miércoles, septiembre 26, 2007

Responsabilidad histórica.

No es sólo saber la verdad, que la conocíamos desde el principio y por ella nos manifestábamos y desesperábamos, casi llorando de amargura por las esquinas de la dignidad. Son los detalles. Conocer esos detalles, tenerlos en las manos sirve tanto para liberar la rabia, luchar con una determinación renovada, como para darse espacio para el duelo. Que hoy el diario El Pais, en una de sus ofrendas de cal o arena, haya publicado el contenido parcial del acta de la conversación que mantuvieron Bush y Aznar a cuatro semanas de la invasión irreparable de Irak, no nos descubre una nueva verdad, sino un pellizco casi morboso de la excrecencia ulcerosa que padecimos entonces y padecemos ahora. Es sólo un ejemplo, oportunista como no podría ser de otra manera; pero alimenta en lo que puede la llama de la memoria. Bush y Aznar, como dos personajes de ficción, antihéroes, dos caricaturas siniestras de la decrepitud y la decadencia. Así se dibujan ellos mismos, conversando, sin la manipulación de un narrador que dirija la atención hacia uno de los lados. Antagonistas de cualquiera de los valores democráticos que aún sean dignos de abanderar –que los hay, a pesar de todo-, manejan el poder y la estupidez criminal e irresponsable como quien juega a al Risk. Ellos han deseado que la historia reconozca su labor. Y sería un gran placer ver que se cumple este anhelo, ver que, a tenor de lo que hay de cierto sobre la mesa, de la verdad que conocemos, pudieran ser juzgados y condenados, junto a Blair, como los criminales que son. Pero el sistema represor nunca se da la vuelta, no hablemos ya de justicia...


Disculpen, pero tenía que desahogarme.

4 comentarios:

Unknown dijo...

¿Qué son 80.000 muertos? Había que impedir que Irak vendiese el petróleo en Euros. Sin embargo, a los "amigos" saudíes les regalamos armas. ¿No son ellos los que patrocinan a los terroristas? Reconozcan señores que fue una guerra económica y no contra el terror. Terror es lo que tienen los habitantes de Irak a salir al mercado, al trabajo o al colegio. Triste pero creo que mucha gente echa de menos al cruel dictador...

y qué más da... dijo...

Y no es para menos, Kus. Lo más peligroso de estos cretinos del poder era/es el fanatismo con que defienden un modelo de enriquecimiento -propio, por supuesto-, que excusa la invasión , la guerra; que persigue imponer el terror a enfrentarse con el gran gigante; todo en nombre del egoísmo, la usura y el poder disfrazados con palabras envilecidas, como "Libertad". No es raro entonces que añoren los tiempos de Sadam.

Anónimo dijo...

¿Antihéroes estos dos? Eso quisieran ellos.
Yo reivindico la figura del antiheroe en literatura y en la vida. Los antihéroes son los únicos seres que me interesan a fecha de hoy.
Estos dos fueron, son y serán de por vida un par de disminuidos de razón y corazón con aspiraciones heroicas.
Haces bien desahogándote. Haces bien.

Besos bacanalescos.

y qué más da... dijo...

Pues sí, Ella, reconozco que tienes razón. El antiheroe es, precisamente, el sujeto más interesante en la literatura. Acepto "disminuidos de razón y corazón con aspiraciones heroicas" en su lugar, le va mejor.

Besos.

Frase de hoy

"Las palabras que prefiere el hombre corriente son las que permiten hablar sin tener que pensar". Dashiell Hammett.