miércoles, junio 18, 2008

Fragmento de "La Muerte de Ivan Ilich"

No sé por qué, hoy este fragmento me está revolviendo algo...
Su recuerdo me ha asaltado muy temprano, se ha duchado conmigo, calzado mis zapatos, me ha agarrado de la manita y se ha venido en el metro conmigo para sentarse a esta mesa de oficina desde la que miro este mudo en red [ado].



“Iván Ilich vio que se moría y su desesperación era continua. En el fondo de su ser sabía que se estaba muriendo, pero no sólo no se habituaba a esa idea, sino que sencillamente no la comprendía ni podía comprenderla.
El silogismo aprendido en la Lógica de Kiezewetter: «Cayo es un ser humano, los seres humanos son mortales, por consiguiente Cayo es mortal», le había parecido legítimo únicamente con relación a Cayo, pero de ninguna manera con relación a sí mismo. Que Cayo -ser humano en abstracto- fuese mortal le parecía enteramente justo; pero él no era Cayo, ni era un hombre abstracto, sino un hombre concreto, una criatura distinta de todas las demás: él había sido el pequeño Vanya para su papá y su mamá, para Mitya y Volodya, para sus juguetes, para el cochero y la niñera, y más tarde para Katenka, con todas las alegrías y tristezas y todos los entusiasmos de la infancia, la adolescencia y la juventud. ¿Acaso Cayo sabía algo del olor de la pelota de cuero de rayas que tanto gustaba a Vanya? ¿Acaso Cayo besaba de esa manera la mano de su madre? ¿Acaso el frufrú del vestido de seda de ella le sonaba a Cayo de ese modo? ¿Acaso se había rebelado éste contra las empanadillas que servían en la facultad? ¿Acaso Cayo se había enamorado así? ¿Acaso Cayo podía presidir una sesión como él la presidía?
Cayo era efectivamente mortal y era justo que muriese, pero «en mi caso -se decía-, en el caso de Vanya, de Iván Ilich, con todas mis ideas y emociones, la cosa es bien distinta. y no es posible que tenga que morirme. Eso sería demasiado horrible».”
(Leon Tolstoi)

2 comentarios:

Patricia dijo...

En unos días voy a cumplir 24 y, creeme, es justo en esta época cuando empiezo a cuestionarme que no soy inmortal... aunque tengo que disimular a diario para no levantar sospechas.

y qué más da... dijo...

Se prudente, tengo a sensación de que existe una mayoría que no imagina siquiera que pueda no ser algo tan especial como han creído siempre. Se prudente, que no lo noten...

Frase de hoy

"Las palabras que prefiere el hombre corriente son las que permiten hablar sin tener que pensar". Dashiell Hammett.