Hay que joderse con el género (y no tiene nada que ver con la ministra de igualdad...)
A veces, con una buena dosis de ingenuidad, he de decir, quiero creer que la pregunta de marras se ha agotado, que ya no es posible formularla porque, aunque quisiera, el preguntador/preguntadora sentiría una especie de punzada en la cabeza al componerla mentalmente, un dolor recordatorio de que los tópicos cansan, de que a aun cuentista, por tolerante que sea, la cuestión le resulta tan manida que no puede por menos que resoplar. Y, sin embargo, me da por leer la entrevista que le hacen a Irene Jiménez hoy en Público, acerca de Lugares comunes (Páginas de espuma), y ahí está de nuevo: “¿Va a probar la novela?”. A la entrevistadora (Paula Corroto) le resulta tan original la cuestión que hasta se sorprende con la respuesta y la resume en el titular: «El relato no es una antesala».
Esto viene a ser como preguntarle a la pareja de recién casados: “¿Y los niños para cuándo?”.
1 comentario:
Totalmente de acuerdo, preguntar eso es despreciar el género corto.
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