ALMUDENA RODRÍGUEZ: CCO [Copia de Carbón Oculta]
Después de unas inmerecidas (pero muy bien aprovechadas) vacaciones, retomo esta terapia del "blog" como antídoto contra el vértigo. Pido disculpas por no haber hecho ninguna actualización en este tiempo, pero el goce de sentirme Otro, en otra nueva realidad ilusoria, me tenía narcotizado y casi satisfecho (evito premeditadamente el uso del adjetivo "feliz"); así que nada más tenía cabida, ni siquiera escribir (lo reconozco, no he escrito nada en dos semanas...).
Reubicadas las cosas más o menos en el sitio en el que parecían estar antes de esa narcosis de la que hablo, quisiera hoy hacer una entrada no circunscrita a la literatura, pero si relacionada directamente con ella, en la medida en que la pintura encierra en sí misma una gran capacidad narrativa. Y aterrizando ya en el plano de lo concreto, voy a recomendar una cita que YA tiene lugar en Madrid. De hecho, le queda poco tiempo, sólo hasta el día 22 de este mes de mayo. Se trata de una exposición individual de la pintora ALMUDENA RODRÍGUEZ, en la Galería Artificial. (C/ Albasanz, 75 nave 1d. Madrid -Metro: Suances-).
Debido a mis limitaciones para hacer un comentario decente sobre pintura, copio más abajo un extracto de la nota de prensa publicada por Galería Artificial (aunque reconozco que el texto es difícil de digerir, sobre todo los palabros como “confesacional”) :
La obra de Almudena Rodríguez (Madrid 1969) parte de un esquema metódico de simplificación de su actuación muy resolutiva: el Reciclaje y la Fragmentación, dos signos deconstructivos por excelencia de ese “espíritu de época finisecular” que algunos han dado en llamar Neobarroco.Según palabras de Omar Pascual Castillo, comisario independiente, “Almudena convierte en “material de fondo” -base narrativa sobre la que trabaja- a los llamados “objetos culturales”, es decir: los signos manifiestos de nuestra cultura, personificados en personajes e íconos idolatras, sean idolatrías comerciales, religiosas, sexuales, o mediáticas; en “tela del juicio” (donde la “tela en sí” se convierte literalmente en un campo de batalla, un lugar de confrontación, un territorio bélico y belicoso), un sitial donde las reinterpreta, desubicándolas de su contexto natural y poniéndolas a dialogar entre sí, para desde el desentrañamiento de su propia naturaleza establecer un desnudamiento de sus verdaderos significados. O como mínimo, añadirle nuevos significados, “re-enunciándolos” desde el Ejercicio desahogador y confesacional de la Pintura.”
NOTA: el cuadro que incluyo se titula Less profit, selling more.
Reubicadas las cosas más o menos en el sitio en el que parecían estar antes de esa narcosis de la que hablo, quisiera hoy hacer una entrada no circunscrita a la literatura, pero si relacionada directamente con ella, en la medida en que la pintura encierra en sí misma una gran capacidad narrativa. Y aterrizando ya en el plano de lo concreto, voy a recomendar una cita que YA tiene lugar en Madrid. De hecho, le queda poco tiempo, sólo hasta el día 22 de este mes de mayo. Se trata de una exposición individual de la pintora ALMUDENA RODRÍGUEZ, en la Galería Artificial. (C/ Albasanz, 75 nave 1d. Madrid -Metro: Suances-).
Debido a mis limitaciones para hacer un comentario decente sobre pintura, copio más abajo un extracto de la nota de prensa publicada por Galería Artificial (aunque reconozco que el texto es difícil de digerir, sobre todo los palabros como “confesacional”) :
La obra de Almudena Rodríguez (Madrid 1969) parte de un esquema metódico de simplificación de su actuación muy resolutiva: el Reciclaje y la Fragmentación, dos signos deconstructivos por excelencia de ese “espíritu de época finisecular” que algunos han dado en llamar Neobarroco.Según palabras de Omar Pascual Castillo, comisario independiente, “Almudena convierte en “material de fondo” -base narrativa sobre la que trabaja- a los llamados “objetos culturales”, es decir: los signos manifiestos de nuestra cultura, personificados en personajes e íconos idolatras, sean idolatrías comerciales, religiosas, sexuales, o mediáticas; en “tela del juicio” (donde la “tela en sí” se convierte literalmente en un campo de batalla, un lugar de confrontación, un territorio bélico y belicoso), un sitial donde las reinterpreta, desubicándolas de su contexto natural y poniéndolas a dialogar entre sí, para desde el desentrañamiento de su propia naturaleza establecer un desnudamiento de sus verdaderos significados. O como mínimo, añadirle nuevos significados, “re-enunciándolos” desde el Ejercicio desahogador y confesacional de la Pintura.”
NOTA: el cuadro que incluyo se titula Less profit, selling more.
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