miércoles, noviembre 11, 2009

Un golpe de felicidad

Después de tantas líneas escritas buscando sin saber lo que quería encontrar, después de tanto tiempo escarbando en la arena, con la esperanza tonta y pueril de hallar en lo más hondo del subconsciente las ruinas de mi paraíso perdido y con ello una buena razón para seguir adelante. Después de todo eso, un día, tras un golpe de felicidad súbita, me cansé de mirar hacia abajo, de bucear cada vez más hacia dentro y regresé a mi casa. Punto y final. Se acabó el trabajo sucio. Se acabaron las excavaciones nocturnas, los flagelos solitarios, el aislamiento gozoso de quien cree poseer una certeza. Se acabó el darme la razón sobre los defectos ajenos, sobre las fallas humanas. Se acabó, un buen día todo eso se acabó. No más dolor auto-infligido, no más refugios tramposos, no más cuevas húmedas donde tumbarme a esperar que llegue el frío y me deforme los huesos. Me fui a casa a descansar. Se acabó el trabajo de campo, los sacrificios sin recompensa. Se acabó la tristeza: todo se acaba. Hoy, casi por primera vez, vuelvo a juntar letras, sin buscar nada, por el simple placer de juntar.

10 comentarios:

Raúl dijo...

¡Coño!... Y yo que lo celebro.

Araceli Esteves dijo...

Coincido con Raúl: y lo que nos alegramos algunos.

Karcoma dijo...

Somos más, los que nos alegramos.

y qué más da... dijo...

Mil gracias...
Sólo quería contaros, a mi manera, qué me ha mantenido últimamente tan alejado de aquí. Por decisión propia la literatura ha dejado de ser un refugio. Lo que me pide el cuerpo es comenzar a escribir a cielo descubierto y sin excluirme de mi propia vida. Estoy aprendiendo...

Un fuerte abrazo

Raúl dijo...

Lo de la felicidad, no tendrá nada que ver con la foto de tu perfil, ésa en la que posas con dos cocos de lo más bebibles. ¿Verdad?
Sonrío.

David dijo...

¡Enhorabuena! :)

Anónimo dijo...

good....................................................................................................

Enrique Páez dijo...

Escribir por escribir. Navegar por navegar. Follar por follar. ¿Qué más quieres? Eso es la felicidad.

y qué más da... dijo...

Raúl: no puedo decir que ese momento me sintiera muy trsite, la verdad; lo cierto es que al cabo de un rato ya no sentía nada de la cogorza...

Arturo, Abc: ¡Muchas gracias!

Enrique: ¡Qué buena definición de la felicidad, compañero! Incluso podemos quitar eso de navegar, si me apuras...

Unknown dijo...

Tú no te preocupes que el día que te contrate para escribir mi biografía te forras :P

Frase de hoy

"Las palabras que prefiere el hombre corriente son las que permiten hablar sin tener que pensar". Dashiell Hammett.