viernes, diciembre 05, 2008

"Nosotros, todos nosotros", de Víctor García Antón

Antes de decidirme a leer su segundo libro (“Nosotros, todos nosotros”), había oído hablar mucho de Víctor García Antón. Todos los amigos que me hablaba de él –“¡Qué no has leído aún..!”- lo hacían mostrando una visible emoción, un sentimiento de cariño y respeto que olía como a amistad mezclada con cierta devoción. Yo no conozco a Víctor: es lógico, juego en otra división muy inferior. No tengo la suerte de conocerlo. Al parecer es un tipo sencillo y con un encanto personal muy especial, de los que a todos nos gusta tener cerca. El día menos pensado me planto en Fuentetaja, donde es profesor, con unos pastelitos, como harían las visitas pesadas, y así le pongo fin de una vez a esta falta. Es tanta la curiosidad, que siento la tentación de escribir un relato con este argumento...
Precisamente porque todo el mundo me había hablado maravillas del escritor, me estaba haciendo el remolón a la hora de leer sus relatos. Este soy yo... Hasta que hace unos días, siendo sábado por la mañana (esta información no tiene la menor importancia, pero es que era sábado de verdad) caminando a la deriva (qué palabra tan bella ¿verdad? "de-ri-va") por la calle San Bernardo me pregunté si Tres Rosas Amarillas abriría los sábados por la mañana. Como tampoco teníamos ya nada urgente que hacer, a mi amada no le importó acompañarme para satisfacer mi curiosidad. Y sí, las puertas de Tres Rosas Amarillas estaban abiertas un sábado por la mañana (he aquí la única conexión interesante entre el acto de decir que era sábado por la mañana y el hecho de que lo fuera) y la infinita tentación de sus libros a la venta. Yo tenía otros nombres en la cabeza a la hora de buscar libros, pero al preguntar por ellos (no voy a decir esos nombres aquí para que nadie haga comparaciones gratuitas, que a ninguno satisfacen) salió de mi boca el nombre de Víctor García Antón. Como cabía esperar, teniendo en cuenta lo que he contado hasta ahora, me llevé su libro después de que me confirmaran algo de lo que ya a esas alturas no podía sorprenderme: “¡A Víctor le tenemos un cariño especial!”
Después de leer sus relatos sigo sin conocer a Víctor. Bueno, eso no es del todo cierto: conozco a Víctor entre líneas. Nuestros textos dicen mucho más de nosotros de lo que a veces nos gustaría. Cuando nos damos cuenta de ello sentimos un poco de vergüenza, lo cual es bastante bueno. Retomando el hilo del discurso, después de leer sus relatos no puedo evitar pensar que Víctor debe ser una persona realmente excepcional. Sus relatos me han encantado, he disfrutado como un gorrinillo leyéndolos. Si todo aquel que lo conoce habla primero del escritor y después de la obra, teniendo en cuenta que la obra es estupenda ¿será que el tipo es más que estupendo? Pues no lo sé. Si algún día conozco a Víctor ya os contaré si es tan buen tipo como aseguran. Por lo pronto, no lo dudo. A quienes me han hablado de él yo les tengo también un cariño especial... y no dudo de su palabra. Sin haber descubierto si Víctor es ese gran tipo o no, lo único que puedo hacer, por el momento, es recomendar su colección de relatos “Nosotros, todos nosotros”, de Gens Ediciones. Lo recomiendo fervientemente, no sólo porque a mí me ha gustado, pues no soy nadie, sino porque he leído que a Medardo Fraile le ha gustado, y eso son palabras mayores ¿Acaso no?
Llegados a este punto, me pregunto ¿y para qué todo este rollo de si Víctor es majo o no, si lo que quería era recomendar su libro? Porque así, con esta maniobra de distracción imperdonable, relleno espacio y me evito tener que hacer crítica literaria, que es trabajo de los que de verdad saben.
(Feliz puente a todos, os desea alguien que se mea en la Constitución)

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno, David, te ha salido en todo caso una buena maniobra de distracción.

Me gusta que te haya gustado el libro de Víctor García Antón. A mí me gustó mucho.

Yo separaría vida de obra, un libro majo no tiene necesariamente detrás a un autor majo, cuántas obras nobles no han sido escritas por malvados o por cretinos...

No es el caso de Víctor. No lo conozco personalmente, aunque he intercambiado con él algunas "palabrejas". Y sí, me parece que es el tío estupendo que te han dicho que es.

Saludos.

Baco dijo...

Tiene relatos muy buenos, pero tan sólo con leer el primero, el que da título al libro, ya están bien invertidos los 12 (¿o eran 15?) euros que cuesta.
Si se profundiza, hablamos de los tigres (como dijo Jesús una vez, allí en Granada)

y qué más da... dijo...

Jesús: lo cierto es que es una buena colección de relatos. Lo otro, que tanta gente me haya hablado más de el autor que del libro, no deja de ser anecdótico, pero me llamó mucho la atención.
Un saludo,

Baco: si no recuerdo mal eran 15€. Estoy de acuerdo contigo en que el primero es probablemente el más vistoso; pero yo me quedo con el de los tigres.
Un saludo

Anónimo dijo...

Pues habrá que leerlo, gracias por la recomendación. En cuanto a la constitución, me da la sensación de que en muy poco tiempo, y gracias a las meadas, vamos a poder hacer con ella figuritas de papel mache. Lo bueno es que de esa forma cada uno la moldeará para sí.

Saludos

Raúl dijo...

Más allá de la calidad de sus obras, que en el caso concreto estoy seguro (tu palabra, pues yo no he leído nada de él, me sirve) de que es excelsa, lo que si que es cierto es que hay autores mucho, no ya más mediáticos que otros, sino más "bloggeros".

Y es que de un tiempo a esta parte, autores como Gª Antón, Bolaño, Medrano y algún otro, están en boca de todos los que con cierto criterio o pretensión de buenos lectores, pululan por estos mundos blogeros dejándose leer y leyendo otrso blogs; en una suerte de boca-boca inmenso. ¿No te parece?.

Saludos, David.

y qué más da... dijo...

Raúl: Creo que estás en lo cierto. Aún no sabemos si este nuevo medio tendrá efectos positivos o negativos en la calidad de la literatura actual, si tendrá algún efecto siquiera. Pero es cierto que hay una tendencia a ensalzar determinadas figuras en determinados círculos. Por suerte, sin embargo, podría decirse que por lo general se ensalzan figuras de culto que han estado al margen de los grandes movimientos comerciales de la literatura; lo cual es, de por sí, un indicio de calidad que después hay que comprobar. Por el momento, si hay algún efecto positivo en todo esto es el hecho de repetir una y mil veces nombres que el capitalismo editorial tiende a enterrar en el olvido.

Carlos Frontera dijo...

Coincido con Raúl y contigo: los blogs están brindando la ocasión de conocer a autores que tal vez de otro modo pasarían completamente inadvertidos. Es cierto que parece haber una tendencia a ensalzar determinados autores, pero en el caso del autor que ocupa esta entrada yo creo que es absolutamente justificado.
Descubrí a Víctor García Antón este año gracias a Sergi Bellver. Lo primero que leí de él fue su primer libro: Amor del bueno; libro que me pareció una delicia y con el que disfruté enormemente. Hace escasas semanas he leído Nosotros, todos nosotros, y me ha reafirmado en la opinión que ya tenía: Víctor García Antón es, para mí, uno de los mejores escritores actuales. Su forma de narrar me atrapa, con esa mezcla de humor y ternura. El único pero que le pondría es que acaba de publicar su libro y tendré que esperar un tiempo para leer algo nuevo. Qué le vamos a hacer.

Arilena dijo...

Estoy con el Viajero. Yo recomiendo y mucho Amor del bueno. Es un libro que a mí me parece bastante diferente a este Nosotros, todos nosotros pero que de alguna forma me impide quedarme con uno solo de ellos. Es como un péndulo. Cuando estoy pensando en Amor del bueno puedo asegurar que ese libro es el mejor de los dos. Pero eso me hace pensar en Nosotros, todos nosotros y en repetir el hilo de pensamiento hasta volver a llegar a Amor del bueno.

En cuanto a lo que dicen sobre el autor es completamente y absolutamente cierto. Yo había leído el primer libro y coincidió con uno de estos días del libro en los que en Fuentetaja hacen día de puertas abierta (y en los que aprovecho para intentar enganchar a los cuentos a uno par de amigos). Me sorprendió muchísimo que fuera así, tan peculiar, tan como sus cuentos.

Ahora tengo la suerte de estar dando clase con él en una biblioteca y tengo que reconocer que es una gozada. Se lo recomiendo a todo el mundo. Lean sus cuentos, hagan el favor.

y qué más da... dijo...

Viajero Solitario: Estoy de acuerdo contigo. Espero que Víctor García Antón se ponga las pilas y pronto nos regale otra colección de relatos.

Arilena: Eso que dices del péndulo no sólo me pasa cuando leo, sino a veces cuando escribo. Estoy en medio de un relato y ya estoy pensando en escribir otra cosa que no se parece en nada a lo que tengo entre manos.
De algún modo, aunque pueda sonar raro, tengo la suerte de no haber leído Amor del bueno; no hay nada como leer un buen libro por primera vez...

Anónimo dijo...

Yo llevo un mes yendo a clases con Víctor y realmente es un chico encantador. He leído tres relatos suyos y me han parecido buenísimos.

Frase de hoy

"Las palabras que prefiere el hombre corriente son las que permiten hablar sin tener que pensar". Dashiell Hammett.